lunes, 11 de enero de 2010

Joventud, desig, no res.

Estirando al maximo la juventud nos encontramos. Perdidos, entre el rumbo a tomar y las equivocaciones del pasado. Que por inutil que parezca, no sirven de nada a la postre. Ya no siento nada al mirar de noche las nubes, las formas que toman varian entre esperpenticas, terribles y atroces. Ni el miedo consigue conmoverme. Y al final que. Perdedores codeandose entre perdedores. Dorandonos la pildora y sufriendo la soledad de los demas, como tú, pobre lector, que de rebote has recaido aqui, y me sufres.

Me compadezco de quien no tenga una historia que contar. Como la paradoja de la hormiga, feliz en la ignoracia del universo. Habiendo perdido la conexion, perdiendo las fibras que llevan a recorrer la vida (amarga siempre y dulce a ratos), haciendola solamente soportable. Como la hormiga, feliz y reconfortante. (risas).

Encuentro autohalagador el hecho de tener nudos que desenredar. Por si no me habia dado cuenta, como las hemorroides, los sufro en silencio. El lunes por la mañana, debajo de la mascara, rimel corrido. Por desmoralizador que parezca, llega a ser revitalizante. Creo que es la mejor forma de afrontarlo, puede que su unico lado bueno. Mi lado oscuro y mas sensitivo me devuelve a latigazos a la vida. Atronador pero verdadero. El amargo es al menos un sabor.
¿No es sino la vida un camino de obstaculos que superar? Solo queda desear los obstaculos.
Asi es como prefiero que me sufras, perdido, pero conectado a otro perdido. ¿Porque si no me estas leyendo? Pasemos por alto el aburrimiento. (mas risas).